TREKKING:23,24,25 de mayo \»las 7 maravillas de los gigantes\» FOTOS Y RELATO!!

Comenzamos la mañana del sábado repartiendo besos a quienes, al final de una hermosa jornada, resultarían nuestros nuevos amigos.

            Luego de un viaje de un par de horas compartiendo mezcladas charlas, risas y dormitadas, con una mini-parada en una despensa, para buscar las provisiones que nos estaban faltando. (Indispensables no perecederos, agua, y demás bebidas con un águila.)

Ya en la rotonda.

 

-¿trajiste el aislante?

-si.

-para que si vamos al refugio.

-mmmmm este tipo tiene razón. Mejor, me ahorro 10 gramos.

-¿bueno vamos?- dijo el guía.

 

            Me cargo la mochila al hombro y mmmmm como que podría dejar la campera ¿no? De todas formas hace  un calor que pela.

            Y asiiiiiiii arranque, así arrancamos. Con el sol que nos daba de punta en el mate y la imagen de un convento a la distancia, que por más que camináramos, no podíamos dejar atrás.

 

-decime. ¿Hay algún arroyo cerca donde podamos cargar agua?

-no, hay uno cerca del refugio.

 

            mmmmm esto se va a poner pesado. Los gigantes deben de ser pesados, no de rompe bolas, sino de peso; además de altos. Desde allí arriba se debe ver a las personitas chiquitas ahí abajo cual hormigas.

            Y luego me perdí en la vista, ese paisaje que pareciera un tesoro guardado bajo el celo de los lugareños.

            Una vez en el refugio se organizo una salida a ¿lo mogote? desde donde vimos el atardecer.

            sabrá quien, el porque algunas de las perlas de la naturaleza solo se ven en la punta del cerro mogote ya de regreso y medios acalambrados, comenzamos a relajarnos…a hacer sociales…a darle a la parla …y a comer, por usar una palabra fina, unas buenas carnes asadas venidas de la mano del conocedor y de paladar fino.

 

-bueno me voy a dormir, no doy mas.

 

            Y como que nos fuimos a dormir todos y mmmmmm, veo que estamos durmiendo todos juntitos. Esta bien, la idea es compartir, así que compartimos los RoNqUiDoS.

 

-¡arriba!-gruño el guía.

-¿ya? ¡Son las 8 de la madrugada!

 

            Aaaaaaaa esta bien, a desayunar y alistarnos pronto para la primer excursión. El valle de los lisos.

 

-donde queda el valle de los lisos?

-lo ignoro.

-mmmm espero que el ignoro quede cerca.

 

            Pues no, va si esta medio lejos y con una buena inclinación por lo que se ve. Ir a pastar ahí nos llevo buena parte del día, el recorrido de imponentes paredones nos regalaban sombra, calma, haciendo del paseo una especie de pasaje de una foto buena a otra, las vistas y ya caminando con amigos solo dio lugar a disfrutar y pasarla bien.

            Desde un balcón.

 

-¿que es eso?

-esa es la mina de uranio.

 

            Mmmm que contraste. Que ganas de joder. Por suerte parece que a los gigantes no les interesan esas minas, aunque deben saber que están ahí.

            Fue como un flash de dura realidad.

            De regreso en el Aurelio Castelli, la gente rumoreaba y se alborotaba ante la posibilidad de que la comida de esa noche, podría hacer volar por los aires el techo del refugio.

            Locro con su olla empezaba a calentarse.

            Y ¿como no? Si el canto del himno nacional a capela mmmmmm. Si dejémoslo en mmmmm.

            De todas formas no pareció impedimento para que festejamos los primeros 199 añitos de argentina, la gordita esta creciendo.

 

-¿vamos al balcón que esta acá arriba?

-¿ahora?, recién terminamos de comer y es de noche.

-si vamos que se ve Córdoba.

 

            Salimos todos cual Heidi con linterna y desde ahí arriba confirme mi teoría de que los gigantes tenían que ver las cosas grandes, muy chiquitas desde arriba. Que buena vista nocturna, como si una constelación se acostara en la tierra a descansar.

 

-bueno me agarro sueño, me voy al refugio a dormir.

 

            Huy ¡¡no!! Cierto que compartíamos todo en el refugio y que dormíamos todos juntitos.

            De nuevo a las 9 de la madrugada.

 

-arriba- gruño el gruñón.

 

            aaaaaaa que garrón ni el locro, ni el vino lograron hacer que este tipo durmiera un rato mas.

            Pero esas horitas de sueño nos vinieron al pelo y repusimos energía para seguir con la ultima salida… a Los Cajones!

            Luego del desayuno, generoso, como de costumbre, parte del grupo tomo envión nuevamente para conocer los hermosos pasadizos de húmedas paredes con helechos y demás plantitas que adornaban nuestro pasar.

            Dejando atrás varias pendientes, culminamos en una amplia y pacifica pampilla donde algunos caballos pastaban. ¡Era inevitable envidiarles esa imagen! Un imponente panorámico hacia el Noreste, de la ciudad de Carlos Paz, el lago San Roque, las Sierras Chicas, el cerro Pan de Azúcar, y la ya alejada Córdoba a lo lejos cual frutillita de postre.

            Regresando, ya bajando definitivamente al lugar de donde arrancamos. La neblina nos comenzó a correr, todos supimos que era una forma de echarnos de esa fiesta, el frío vendría, la naturaleza nos había regalado unos días impresionantes y ahora quería estar un rato sola, coqueteando con los gigantes.

 

           

            Le chamuyo al descreído sobre mi relato que los gigantes son realmente impresionantes, de esos lugares donde si uno tuviera alas, las estiraría al sol y a volar con los cóndores. Regresarías a la tierra solo para verles desde abajo y pensar que estuviste ahí, cambiaste de perspectiva.

Y vas a querer regresar.

 

No fui el único que dejo el aislante. 

 

Autores: La que rescata del ahogo a los maniquíes.

               El que hace cosquillas a los elefantes que sostienen el mundo.

 

                        Federico A. – Cecilia A.

 

 

Calentando las piernas	ganando altura	En el refu
Las chicas	Foto familiar	La estrella de la noche
recobrando peso	Al día siguiente	descansando
Siganme los buenos	apretados	la suite precidencial
desenvainen	paisaje desde lo alto	reposando al sol
escalada	siempre con mates	el cocinero y los ayudantes
feliz 25 de mayo!!	foto grupal	el retorno