Con un rosario de quejas de parte de tobillos, rodillas, espaldas y una que otra ampolla despistada, se puso en marcha por un año más la actividad de trekking en el Club. Reuniendo placer y compromiso, realizamos la recolección anual de semillas de tabaquillo, para el Proyecto de Reforestación de las Sierras Grandes, en la zona de la Quebrada del Yatán.
El buen tiempo acompañó, salvo algunas neblinas ya clásicas en esos terrenos altos, y nos regaló una luna espectacular sobre el cielo de la pampa y Calamuchita.
El recorrido emuló de alguna manera el que realizamos en 2005, pero la novedad fue el acampe en un puesto abandonado que no habíamos utilizado anteriormente, con un acceso relativamente sencillo a la Quebrada, y con un hermoso arbolado de mimbres que garantiza sombra y leña en caso de ser necesario.
La noche del sábado mostró nuevas aristas de la tecnología metalíºrgica para la invención de parrillas, la que se pobló con una onda \»new age\», en amable compañía de carnes con algunos calabacines.
La Quebrada, como siempre, convocó a la contemplación tranquila, asombrando con sus cascadas a los que la visitaban por primera vez. Los tabaquillos nos ofrecieron sus semillas, y hubo algunos audaces bañistas en el \»jacuzzi\» hipotermal (¡splash!)… que fue como terminaron luego de internarse en sus aguas.
De ida y vuelta visitamos a doña Eugenia de Rosales, que solita en su puesto nos recibió con su ya tradicional amabilidad, ofreciendo su agua fresquita y enviando saludos a todos los conocidos del Club, que la han visitado durante tantos años.
Finalmente, la tarde del domingo nos encontró bajando a la Cumbrecita, engalanada aíºn del verde del verano, paladeando algunas zarzamoras tardías, y haciendo cuentas de cómo encarar el próximo desafío… ¡Semana Santa en Tucumán! ¡De nuevo al Negrito, esta vez por otro rumbo, vía las lagunas de Waca Wasi! ¡Allí nos vemos!
Fotos gentileza de Raíºl Benavídez
