TREKKING: Marzo 2014 – Cerro Negro y Champaquí – Relatos y Fotos

CHAMPAQUÍ – CERRO NEGRO

Dos Caminos, un Encuentro

22,23 y 24 de Marzo 2014

Grupo I – Subiendo por Traslasierra:

  •   El objetivo: cumbre en el Champaquí  y el Cerro Negro.
  •   El plan:

•         1° día: subir al filo por el Hueco

            •         2° día: cumbre en el Champa y caminar por el filo hasta el Negro y encontrarnos con el grupo de Villa Alpina.

            •         3° día: Bajar juntos a los Hornillos por la Cuesta de la Totora.

  •   Los actores: un grupo genial de gente.
  • La estrategia: paso a paso
  •   La idea: excelente!!!!!
  •   El fin: disfrutar de la naturaleza.

 

  Aún de noche, el grupo de traslasierra se encuentra en Córdoba en la madrugada del sábado para emprender el viaje. Algunos descansados, otros mal dormidos y gente que aún no pegó un ojo. Pero…¡¡¡¡qué lindo es  encontrarse para desandar el desafío!!!!!! Ahí, se nos olvida el sueño. Nos juntamos todos, yyyyyy….¡¡¡arriba los que van al Champa!!!! Asi que; allá fuimos..!!! Un poco cabeceando y otros en sueño profundo cruzamos la altas cumbres y el sol de a poco iba asomando. La gente se despertaba y como no podía ser de otra manera llegó un gran invitado; el amargo. El día prometía gran jornada y el clima según el pronóstico sería un gran acompañante todo el fin de semana. Apenas llegados a Rodeo de Piedra pisamos tierra montañera y al fresco de la mañana empezamos a caminar. Marquitos dando el primer paso y José el último, cerrando el grupo, fuimos pateando. La pendiente leve de la primera parte nos permitió cambiar el aire e ir entrando en calor para más tarde. Nos fuimos acercando al arroyo Los Molles y al encontrarnos con él hicimos el primer descanso. El agüita clara de la montaña que corre tranquila y armoniosa nos dio la  frescura que buscábamos. De un lado y del otro del arroyo fuimos avanzando y poco a poco, paso a paso entre un tabaquillo y otro y otro y otro más llegamos al mediodía al lugar del almuerzo; el conocido y popular, Hueco. Un bosque de tabaquillos inmenso al que uno debe pedirle permiso para entrar; porque ese espacio les pertenece. Hicimos ahí la gran parada del día para reponer energías y hacer una mirada al interior. Descansamos y retomamos el viaje. Después del Hueco la cosa se pone dura y la montaña mezquina el agua. Desaparecen las sombritas y el sol no perdona. Y la pendiente, ni te cuento!!! Pero el espíritu montañero del grupo no dio el brazo a torcer y con la caída del sol llegamos al filo. Ahí nos encontramos con el aire fresco del Este. Buscamos un lugar cómodo cerca del agua y armamos campamento. La cena no se hizo rogar y sin pedir permiso el sueño nos atrapó. Un cielo increíble!!!!! Estrellas, estrellas, estrellas y más estrellas…!!!

  Domingo, 23 de marzo, día de cumbres. Buenas, buenas. Buen díííía!!! Segunda mañana. El cuerpo recuperado listo para caminar otra vez. La mañana no fue exigente pero sí emocionante. El grupo se abraza en la cumbre del Champa. Fotos, felicitaciones, abrazos y una especial felicitación a Marcos que hizo su primer trekking y primer Champa!!!! Sin perder el tiempo emprendimos el regreso al campamento. Desarmamos las carpas y partimos al Negro por el filo acompañados por los dos grandes valles; el de Traslasierra al oeste y el de Calamuchita al este. ¡¡¡Cuánta inmensidad!!!!!. ¡¡¡Gracias Sol!!!! El día; un sueño. El camino al Negro fue un poco dificultoso, sin sendero en gran parte del trayecto… Pero bue;.. “caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Saltando de roca en roca siempre apuntando al norte fuimos ganando terreno; y algunos, comprando terreno. Hicimos un alto en el camino para comer y ¡¡a seguir caminando!!!! Parecía que por momentos se alejaba un poquito más el Negro. Caída la tarde llegamos a la base y saludamos a la distancia a nuestros cumpas de Villa Alpina que nos ganaron de mano la cumbre. Mientras parte del grupo se abocaba a acompañar a Rolo lesionado hacia el campamento a pasos del puesto de Marcos Dominguez el resto del equipo nos decidimos a ir en busca de la segunda cumbre (según Diego y José, la tercera de ellos). Empinada la subidita!!!!! Nuevamente abrazos, saludos y fotos al llegar a la cima; esta vez compartiendo el momento con Los Alpinenses. Minutos más tarde, descenso amigo rumbo al campamento. Y ahí nos encontramos todos y todas…je. Una segunda hermosa noche con un sabroso cordero servido en el puesto Dominguez. Y a dormir se ha dicho.

   Amanecimos el lunes, desayunamos, desarmamos y empezamos el regreso. La jornada se hizo laaaaaaarga, larga. Quienes subieron por Villa Alpina y quienes subimos por el Hueco, ahora en una sola fila india caminamos para encontrar la Cuesta de la Totora  vigilados por el Negro una buena parte del camino. Encontramos el sendero y emprendimos el descenso. Curva y contra curva. Todo el valle de Traslasierra frente a nosotros se imponía!!!!! Un pequeño y desolado refugio nos permitió compartir su sombra para el almuerzo. Seguimos deshaciendo la cuesta y en medio de la montaña nos tomamos un minuto para hacer silencio por aquel 24 de marzo del 76; época trágica de la Argentina si las hay!!!!! Por la Memoria, la Verdad y la Justicia!!!! Por un Nunca Más!!!! Por el pasado, por el presente y el futuro de nuestro país… Los Hornillos se acercaba de a poco y de a poco íbamos terminando este espectacular trekking de 3 días. Llegados al arroyo Los Hornillos, ¡¡oh sorpresa!!! ¡¡la  Bienvenida a los nuevos!! Una bautismo muy particular y engañoso. Un lindo momento!! Fue anocheciendo y a las 20 hs aproximadamente nos saludábamos con el chofer que nos esperaba para retornar a Córdoba. Tres horas más tarde estábamos en la Plaza Velez Sarsfield. Felicitaciones!!!! Prueba superada!!!!!! Hasta la próxima!!!

                                           Abelardo “Piojo” Marengo

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 Parte del Grupo I en la cumbre del Champaqui

Grupo II – Ascenso por ladera Este:

 Día 22.3.14:
La salida comenzó desde Villa Alpina, cerca de las 11.30 am, después de un desayuno abundante en Villa General Belgrano, consistente en medialunas riquísimamente mantecosas y café. El día…espectacular (ni una nube en el cielo, ni frío ni calor). La primer parte del ascenso fue particularmente dura ya que había mucha pendiente y muchos de nosotros no estábamos acostumbrados a transportar además de nuestro peso el peso de una mochila, menos aun en subida! En cuanto a paisajes, a mi parecer la primera hora de caminata no fue paisajísticamente muy atractiva. Había mucho bosque de pino quemado. Pero a medida que empezamos a tomar altura, pasada la primera hora, y que salimos del bosque, el paisaje comenzó a ponerse más interesante (y la vista hacia el Valle de Calamuchita a su vez se fue haciendo más imponente). Fue muy especial el momento en que, después de más o menos 4 horas de ascenso, arribamos a una planicie llena de florcitas blancas. Adjunto una foto del paisaje (foto A) con el que nos enfrentamos en ese momento. Muy bonito (y más apreciable aun considerando la perspectiva de poder caminar ya sin tanta pendiente). Más allá del verde claro de la praderita se veían, distantes, en un color violeta-azulado, más difusos, los cerros hacia los que nos encaminábamos.
Después de descansar un par de minutos en la praderita continuamos caminando. El suelo estaba bastante empantanado en algunos lugares. A pesar de que el terreno parecía plano al principio, se empezó a poner más ondulado y por ende más difícil por las bajaditas y subidas. Eso nos demoró el paso. Tardamos 4 horas en llegar al puesto Toranzo, donde sólo pensábamos almorzar, cuando el plan era llegar al puesto Marcos Domínguez, en la base del Cerro Negro, sitio pensado para el acampe. Dado que se nos iba a hacer de noche para cuando llegásemos al otro puesto, decidimos almorzar y dormir en el primero. En un momento pensamos hacer vivac entre las paredes de uno de los ranchos (sin techo), pero había muchos escombros. Eso hubiese estado lindo porque había un cielo estrellado impresionante (mi cámara no daba para fotografiarlo y que se aprecie) En la foto B se ve el puestito donde hicimos noche, con los característicos mimbres (de un color verde muy característico, no sé cómo definirlo, pero uno a la distancia ya distingue a los mimbres del resto de la vegetación por su color). En esta foto se ve también, al fondo y hacia el centro, en un azulcito tenue, el Cerro Negro, nuestro objetivo.
Más allá del percance de la demora, hacer noche en el puesto Toranzo nos posibilitó hacer una corta visita a un cementerio de montaña, cercano al puesto. A pesar de ser un poco tétrico, la ambientación del cementerio al atardecer, con la luz incidiendo de costado sobre las cruces herrumbrosas y nichos derruidos, así como la gran cantidad de crisantemos y otras flores típicas de florería pero creciendo desprolijas como malezas (éstas seguro vienen de las semillas de las flores que la gente alguna vez llevó a sus difuntos) generaban una atmósfera especial (fotos C-E)
También me impactó mucho el atardecer desde el puesto Toranzo…(foto F)

Día 23.3.14:
El día empezó tempranito. Desayunamos sin apuros y desarmamos el campamento. Nos tocó otro día con un tiempo espectacular (foto G)!
Comenzamos a caminar cerca de las 9.30, rumbo al puesto Marcos Domínguez en la base del Cerro Negro. La caminata fue un tanto agotadora por las muchas subidas y bajadas con mochila a cuestas, sumado a eso el cansancio del día anterior. Pero esta vez cumplimos con los tiempos que nos habíamos propuesto para llegar al segundo puesto. Llegamos allí cerca de las 16 hs. Un poco antes de llegar al puesto hicimos una parada para almorzar junto a un hermoso arroyo, con aguas cristalinas, arena dorada y piedras grandes que estaban tibias por el sol (daban ganas de dormir una siesta después del almuerzo en vez de subir al Cerro Negro!). Lamentablemente parece que no hay foto, quedará en nuestros recuerdos!
Una vez que llegamos al puesto Marcos Domínguez armamos campamento a unos 200 m del puesto y, bastante aliviados de carga, comenzamos el ascenso al Cerro Negro. Las vistas tanto durante el ascenso como desde la cumbre del Cerro Negro fueron espectaculares, ayudaba a esto lo diáfano del aire. En la cumbre nos encontramos con la gente del grupo avanzado. Ellos habían subido a las sierras desde el lado de Villa las Rosas por El Hueco. Además de hacer cumbre en el C. Negro ellos ya habían hecho antes cumbre en el Champaquí. En la foto grupal de la cumbre estamos tanto personas del grupo de principiantes como del grupo avanzado (fotos H-J).
Luego de hacer cumbre regresamos todos juntos (grupo principiantes + grupo avanzados) al puesto Marcos Domínguez, donde nos reunimos con una parte del grupo que había decidido descansar mientras hacíamos cumbre. Llegamos al campamento cerca de las 19. No sé qué pasó entre las 19 y las 20.30 porque, dado que me había insolado, decidí dormir un par de horitas para recuperarme, pero creo que se quedaron casi todos tomando mate en una piedra grande mientras atardecía.
Cerca de las 21 nos dirigimos al puesto (las carpas las habíamos armado cerca de un arroyito a unos 5’ de caminata del puesto, ah, y en el puesto había unos perros malévolos que no debían tocarse) donde algunos comieron cordero y otros nos tuvimos que conformar con fideítos con queso y otras comidas de campamento (hay que decir que aunque no comparables con el cordero, había comidas de campamento muy elaboradas que parecían muy apetitosas!). Dicen que el cordero estuvo bueno, pero parece que a algunos les cayó un poco pesado al día siguiente.
Día 24.3.14
Amanecimos relativamente temprano, desayunamos, desarmamos campamento. Se tomó la decisión de bajar por la Quebrada de las Totoras en vez de ir por la Bajada de los Hornillos, como era el plan inicial. Creo que a todos nos costó bastante la bajada, supongo que en gran medida por el cansancio acumulado en los días anteriores pero también porque la ladera oeste de las Sierras Grandes es bastante empinada y las rodillas se tienen que bancar, además del propio peso, el peso de la mochi cargada y algunos aun digiriendo el cordero. La Euge fue la más sufrida con el tema rodillas, y no nos olvidemos de su desgracia con la suela que derivó en la fabricación improvisada de una zapatilla biónica “ultra-violet”, la cual se merece una foto! (foto K). Más allá de los percances, nos tocó un tercer día con muy buen tiempo y muy buena visibilidad, por lo que las vistas compensaron las molestias (supongo que también para la Euge!) (fotos L-M).
Llegamos al fondo del valle bastante al atardecer. Por el valle corría un río cristalino bordeado por molles con hojitas brillantes y cortaderas blancas. Deben haber sido pasadas las 19 y por eso el sol pegaba de costado en la ladera de la sierra y confería a todo un color cálido, anaranjado que lamentablemente no sale tan bello en la foto (foto N). Miré hacia arriba de las sierras y me pareció increíble haber descendido desde tan alto en un par de horas .
Es importante recordar también que, en estas circunstancias bucólicas al lado del arroyito, unos cuantos se pusieron de acuerdo para engañar a los nuevitos y bautizarnos con agua helada…la experiencia fue más agradable que desagradable si se tiene en cuenta el calor que nos habíamos estado bancando durante la caminata! Lamentablemente tampoco cuento con foto de ese momento tan trascendente… 🙂

Llegamos a nuestro destino final, donde ya nos esperaban las combis, ya de noche (pasadas las 20). No hubo lomitos, espero que sí la próxima!


  Marina Strelin

Parte del Grupo II
FOTOS
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 Foto A
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Foto B

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Foto C

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Foto D

 

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Foto E
 

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Foto F
 

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Foto H
 

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Foto I
 

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Foto J
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Foto K
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Foto L
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Foto M
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Foto N
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Todos Juntos!